A veces, una concreta melodía consigue transportarnos al pasado (regresión) y causa, sin querer, una profunda sensación, aflorando nostalgias, pasiones y vivencias que creíamos perdidas o que habían sido parcialmente borradas de nuestra memoria por la mella del tiempo.

Esto acontece con frecuencia, y aunque habitualmente nos resulta pueril, es un verdadero milagro si reparamos en ello con detenimiento.

Un resorte que dormita en nuestro interior y que se activa con la precisión más absoluta, y a la velocidad del pensamiento. Me estoy refiriendo a “Las canciones de amor”. Las más oníricas. Las del mensaje directo. Las que invitan a “imaginar”. Las que vienen con envoltura aterciopelada de seducción y, saben cómo tocar el corazón.

Auténticas piezas de colección, que ya bien sea a través de los actuales compactos o grabadas en el clásico vinilo, no pueden faltar nunca en la fonoteca del melómano más sibarita. Portan el sello de lo humano y lo divino, y lo cierto es que de estas joyas impregnadas de recuerdos, todo el mundo tiene su favorita.

“Only love songs”, es un escueto recopilatorio de algunos temas de ayer, de hoy y de siempre que de algún modo, en un determinado momento, encontraron cobijo en un rinconcito de nuestra alma y anidaron en ella, aportándole la terapia perfecta para desconectar, para hallar un “lapso” de reposo en el frenético ritmo cotidiano sentimental, no apto para insensibles ¡¡aviso!!.

Por éste y por mil motivos más, me declaro eternamente como un acérrimo defensor de la balada, el género en el que más cómodo me encuentro a la hora de interpretar y el que más me ayuda a transmitir en el escenario y fuera de él.

Tal vez, en estos tiempos modernos del siglo XXI, en los que predominan otras tendencias musicales, el mero hecho de ensalzar el romanticismo, a alguien le produzca una cierta hilaridad, pero tengamos presente que por encima de la masiva oferta del mercado y apresar del constante bombardeo de los nuevos estilos que proliferan, siempre encontraremos en nuestra ajetreada existencia un momento propicio y un pretexto para escuchar… “Sólo canciones de amor”.

Este disco ha sido posible gracias a:

José Ramón Feito (Gijón)
Arreglos, programas, orquestación y dirección musical

Armando Fernández
Técnico de Sonido

Manuel Martínez Serrano y Gonzalo Soto (Grafymak. Gijón)
Diseño

María José Amador (Foto Arte. Salamanca)
Fotografía

Ana Domínguez y Fernando Ballesteros
Voces

Armando Fernández (Armando Records)
Masterización digital

Conrado Martín
Coordinador de producción

Edita: Guajira Records